Cuando tengo ganas de llorar, lo hago, cuando le quiero decir a alguien lo que pienso, lo digo, ya no me es difícil decirle a las personas que quiero lo que siento y es más fácil conversar con los demás de las cosas que me molestan, he aprendido o estoy aprendiendo a medir mis palabras para no lastimar a nadie con lo que puedo decir, siempre he sido una persona muy directa y a veces no he tenido la sutileza para tratar a algunas personas que merecían un poco más de comprensión.
Estoy derrumbando uno por uno esos muros que construí para que ahora las personas terminen de conocerme y entiendan un poco más de mí, no sé si el resultado sea el que espero pero al menos estaré enseñando quien realmente soy, sé que yo no soy una mala persona, tengo errores y sensibilidades como todo el mundo, y eso no me hace más o menos que nadie, estoy aprendiendo a convivir con mis problemas y me los estoy poniendo en la espalda para continuar, porque no tengo más opciones en frente, porque no me gusta rendirme y porque tengo muchas cosas en mente por las cuales luchar.
Solo quiero terminar pidiéndoles a todas las personas que conozco o que terminen de leer esta publicación, que aprovechen su tiempo para convertirse en mejores personas, entreguen todo de ustedes y regresen a casa cansados, pero satisfechos por hacer lo que más aman, nunca se es más feliz cuando se proponen en terminar siendo quien anhelaban ser
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